En un mundo dominado por el capitalismo salvaje y el patriarcado, donde las personas nos encontramos muchas veces sumidas en la individualidad, la frialdad, el anonimato, consideradas mercancías tanto de trabajo como de consumo, donde somos el campo de batalla de la competencia empresarial, donde los derechos humanos se cambian por beneficios, deudas o primas de riesgo, donde la ciudadanía en los países occidentales se encuentra aturdida, indignada, pero sin rumbo claro hacia dónde ir o a quién combatir, y donde la gran mayoría del mundo, ese “sur” olvidado sigue aguantando estos desarrollos occidentales cada vez más agresivos, creemos que es tiempo de luchas sin desfallecer, pero también de alternativas y propuestas donde podamos construir realidades más humanas y vivibles.

Por eso, desde este grupo de personas y organizaciones de la economía social, nos unimos para cooperar y construir una alternativa real de economía solidaria, de ética social, agitación cultural y aprendizajes compartidos.

Conformamos una red de colectivos y personas donde los principios que nos unen son los siguientes:

  • La economía real al servicio de las personas y no al contrario, estableciendo relaciones justas entre producción-servicios y consumo consciente y participativo, asumiendo también la responsabilidad individual de los procesos de vida para la transformación social y económica.
  • El trato es humano, sin cosificar. Se favorecen las relaciones de aprendizaje, de ayuda, de conocimiento personal y colectivo.
  • La creación y visibilización de alternativas al sistema agroalimentario globalizado, acercando el medio rural y el urbano, estableciendo relaciones de proximidad entre el consumo y la producción agraria agroecológica en el marco de la soberanía alimentaria.
  • Red de apoyo para las personas y colectivos con iniciativas similares o valores compartidos.
  • La dignidad laboral como esencial dentro de la conformación de la dignidad personal y colectiva.
  • Apoyo a las finanzas éticas y alternativas, siendo coherentes con los valores de justicia económica y social, saliendo del círculo del sistema financiero convencional y “mercados” opresores.
  • Hacer dentro de un contexto complejo pero local al mismo tiempo, guiándonos por el concepto de glocalización (pensar globalmente y actuar localmente)
  • Alternativas a los valores capitalistas y patriarcales, a través de la cooperación entre personas y colectivos, la igualdad y la solidaridad.
  • Donde la toma de decisiones y la organización interna de las entidades y del propio Mercao Social y Cultural sean participativas y democráticas.
  • La visibilización de “otras formas de hacer” en el comercio, en la cultura, en la implicación social, en la economía, en lo laboral y en lo personal.
  • Apertura a la ciudadanía no para dar lecciones, sino para empaparnos de realidad con el fin de aportar a su transformación en una realidad consciente, justa y solidaria.